noviembre 24, 2024
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Está demostrado que los contrabandistas actuales o traficantes de personas, más conocidos como “coyotes”, en su mayoría son delincuentes.

A todas las dificultades y riesgos a que se enfrentan miles y miles de migrantes en la travesía que emprenden desde sus países de origen hasta llegar a la frontera sur de México, ahora hay que agregar en su desesperación por llegar a la frontera norte con Estados Unidos, que lo hacen hacinados en tráileres, tractocamiones y camiones de carga, bajo el control y extorsión de los cárteles del narcotráfico.

Está demostrado que los contrabandistas actuales o traficantes de personas, más conocidos como “coyotes”, en su mayoría son delincuentes al servicio de los cárteles de las drogas que se dedican a “enganchar” a los indocumentados desde sus lugares de origen, con todo tipo de promesas que, en el transcurso del viaje las cambian y se vuelven un martirio para los viajeros, porque así comienza un proceso de extorsión en su contra.

“Cada vez más migrantes son transportados en contenedores, un negocio clandestino que dejó al menos un centenar de muertos de 2018 a 2023 y es impulsado, en parte, por las restrictivas políticas migratorias del presidente Andrés Manuel López Obrador, y la presión de las autoridades estadounidenses”, se asegura en una investigación periodística.

Se trata de extenso reportaje elaborado por la cadena de televisión estadounidense Telemundo y el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP), de manera conjunta con siete de sus socios, quienes documentaron el paso de casi 19,000 personas dentro de tráileres por las carreteras mexicanas, entre ellos más de 3,200 niños.

Los delincuentes obligan a viajar hasta 170 personas en un contenedor, donde ubican a las mujeres de cuclillas con sus niños en las piernas; los hombres, sentados en hieleras, uno detrás de otro, todo a obscuras, en silencio, sin agua ni comida para evitar que en los trayectos de hasta 1,500 kilómetros sin parar tengan la necesidad de hacer sus necesidades fisiológicas.

Los tramos son, por ejemplo, de la frontera México-Guatemala a Villahermosa, Tabasco, y de Villahermosa a Reynosa, Tamaulipas. En cuatro días que llega durar el viaje, sólo los bajan de las de las unidades tres o cuatro veces.

A lo más que les dan derecho es ponerles cubetas en los costados de la unidad. En muchos casos, hombres, mujeres, jóvenes y niños se desmayan por la necesidad de no poder hacer sus necesidades fisiológicas.

Se descubrió también que los delincuentes les cobran por adelantado hasta 5,000 dólares y en el trayecto los obligan a tirar sus cosas para evitar, según los maleantes, que parezcan migrantes, con la promesa que después de un trayecto largo, viajarán en avión, lo cual siempre resulta una mentira. También les quitan los celulares. A quienes tienen familiares en Estados Unidos los extorsionan hasta con 14 mil dólares por trasladarlos.

Hay relatos de migrantes que muchas de sus compañeras y compañeros mueren en los contendedores por no soportar las condiciones inclementes que los trasladan, sea con el calor o el frío, porque si suplican que abran la puerta de la unidad, es arriesgan a malos tratos de los delincuentes.

A partir de comunicados de instituciones federales y reportes de prensa, la cadena Telemundo y sus socios elaboraron una base de datos con 170 camiones que se accidentaron, fueron detenidos o abandonados entre 2018 y 2023, que ofrecen pistas sobre cómo operan los contrabandistas. Casi 19,000 migrantes viajaban en esos contenedores, incluyendo a más de 3,200 menores.

Debido a la calidad variable de la información, y a que las autoridades mexicanas recién comenzaron a rastrear los casos desde 2022, luego de un accidente registrado en Chiapas, los datos revelan solo una pequeña porción de este tipo de tráfico de personas.

La justicia para las víctimas de este cruel negocio o sus familiares tarda en llegar, si es que llega: en los juzgados de distrito mexicanos sólo hay registro de 35 condenas por tráfico de personas entre 2016 y 2023. Veracruz, Chiapas y Nuevo León, por ejemplo, son los estados donde más tráileres son detectados cada año y donde más muertes se registran, según muestra el análisis que elaboraron.  

Funcionarios y expertos advierten además que los cárteles de la droga se han ido apoderando del negocio, que tradicionalmente controlaban grupos de “coyotes” locales, apuntalados por la falta de recursos, personal y tecnología para revisar miles de tráileres; y por la presunta aquiescencia de algunos cuerpos policiales, que dan vía libre al paso de contenedores con migrantes por las carreteras mexicanas.

En Estados Unidos, las autoridades estiman que el tráfico de migrantes les genera miles de millones de dólares a los cárteles, que parecen operar con impunidad en México. 

Un trailero mexicano, que pidió no ser identificado, asegura trasladar a migrantes de Michoacán a Tamaulipas desde 2022. Explicó que los migrantes llegan a la Ciudad de México “como pueden” y en las centrales de autobuses los contactan los coyotes. Los llevan a Michoacán. De allí los tráileres transitan la carretera federal 57 a través de Guanajuato y San Luís Potosí hasta Reynosa. El viaje, dice, dura unas 15 horas y en las peores condiciones, desde niños hasta adultos.

Afirma que los choferes son amenazados para obligarlos realizar los viajes y que les ofrecen entre 80,000 y 100,000 pesos mexicanos que, al final, reciben mucho menos de la mitad y sin posibilidad de reclamar.

 

Por Abel López Jiménez.

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