El equipo charrúa, dirigido por Marcelo Bielsa, mostró su superioridad en la cancha desde los primeros minutos del encuentro.
La selección mexicana de fútbol, bajo la dirección de Jaime Lozano, sufrió una dura derrota ante Uruguay, con un contundente marcador de 4-0. El equipo charrúa, dirigido por Marcelo Bielsa, mostró su superioridad en la cancha desde los primeros minutos del encuentro. La goleada fue encabezada por un hat-trick de Darwin Núñez y una anotación de Facundo Pellistri, sellando una noche amarga para el Tri.
El primer gol llegó temprano en el partido, al minuto 7, cuando Darwin Núñez aprovechó un rebote dejado por el portero Raúl Rangel tras un centro desde la banda derecha, colocando a Uruguay al frente 1-0. México no logró recuperarse y, en el minuto 26, Facundo Pellistri amplió la ventaja con un remate cómodo cerca del punto penal, después de un centro de Brian Rodríguez.
En el minuto 44, Núñez marcó su segundo gol de la noche. Un contragolpe iniciado por Maximiliano Araújo dejó a la defensa mexicana mal posicionada, permitiendo a Núñez anotar con facilidad y llevar el marcador a 3-0 a favor de Uruguay. México se fue al medio tiempo con una desventaja significativa y sin lograr concretar oportunidades de gol.
El segundo tiempo comenzó con otro golpe para México. Al minuto 49, Núñez completó su triplete tras un contragolpe liderado por Pellistri, quien mandó un centro que Núñez convirtió en el 0-4 definitivo. La frustración de la afición mexicana se hizo evidente cuando, al minuto 53, el árbitro tuvo que detener el partido debido al grito homofóbico, siguiendo el protocolo de la FIFA. Después de unos minutos, el partido se reanudó.
En los últimos minutos del encuentro, la situación se agravó cuando un aficionado invadió la cancha en el minuto 89, obligando a los elementos de seguridad a intervenir. Finalmente, el árbitro decidió terminar el partido en el minuto 90 tras esta interrupción. La goleada ante Uruguay deja a la selección mexicana con muchas preguntas y la necesidad de ajustes significativos antes de futuros compromisos.
Por Luis Martínez Alcántara.
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