noviembre 23, 2024
CONTEXTOS

Por Teófilo Benítez Granados, Rector del Centro de Estudios Superiores en Ciencias Jurídicas y Criminológicas (CESCIJUC).

El aprendizaje a través de la colaboración está en peligro en los sistemas de tele trabajo, incluso en aquellos que mantienen el home office parcial.

Esto se debe a que estar juntos físicamente, leer el lenguaje corporal, reflexionar sobre un problema en una pizarra y trabajar en equipo en laboratorios especializados, es especialmente valioso cuando el conocimiento aún no está codificado.

Aprendemos unos de otros en persona más de lo que pensamos. Eso es parte de nuestro éxito como humanos, especialmente cuando se trata de conocimientos nuevos, aún no definidos. Tienes que estar presente para ver y aprender. Y colaborar localmente es la forma de hacerlo.

Aunque a priori se asumió que la distancia geográfica entre las personas y las organizaciones parece cada vez más irrelevante por los avances en las tecnologías de la comunicación y el transporte, los trabajadores tanto del mundo académico como de la industria descubrieron que la colaboración y la transferencia de conocimientos puede lograrse a través de las fronteras institucionales e internacionales.

Sin embargo, colaborar de forma remota no sustituía el conocimiento y la innovación: Seguían concentrados en las ciudades urbanas y los viajes de negocios mantienen su popularidad. Estas tendencias parecen sugerir que la creación y transferencia de conocimientos podrían beneficiarse de la unión.

¿La producción de conocimiento depende de la proximidad física?

En un estudio realizado en la universidad de Kellogg se encontró que la colaboración local entre los académicos que estudiaron disminuyó notablemente con el tiempo, del 75 por ciento de las colaboraciones en 1975 al 60 por ciento en 2015. La tecnología permitía colaborar aún más a través de grandes distancias. Pero esa accesibilidad tiene un costo. Cuanto mayor es la distancia entre los colaboradores, menos probabilidades tienen de aprender unos de otros.

De hecho, en todas las disciplinas académicas, la tasa de aprendizaje fue mayor para las colaboraciones locales que para las realizadas a distancia.

Sin embargo, la tasa no fue igual entre las disciplinas. En campos como la historia y las ciencias políticas, la distancia tuvo un impacto negativo en el aprendizaje, pero pequeño. Pero los investigadores en ciencia e ingeniería se vieron mucho más afectados por la distancia.

Las personas que trabajan desde casa pueden estar perdiendo oportunidades para ampliar su experiencia, lo que podría tener consecuencias profesionales, tanto a corto plazo como en el futuro. “Podría resultar en una disparidad de conocimiento y segregación, especialmente al principio de una carrera. Es posible que pierdas oportunidades de aprendizaje colaborativo que, en última instancia, podrían beneficiar el desempeño profesional

Demasiado trabajo remoto también podría tener mayores implicaciones para la innovación, que a menudo surge del intercambio de ideas de los equipos.

En sí, las empresas deben encontrar la combinación adecuada de hacer que los empleados trabajen desde casa, donde pueden ser productivos, y llevarlos a la oficina, donde pueden trabajar juntos para crear nuevos conocimientos. Lo mismo ocurre con los programas académicos en Línea. Se requiere un poco de interacción personal.

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