Por Luis Martínez Alcántara
La reciente decisión de Red Bull de reemplazar a Sergio “Checo” Pérez con Liam Lawson desató una ola de reacciones entre los aficionados mexicanos. Tras el anuncio oficial de la salida de Pérez, muchos seguidores expresaron su descontento en redes sociales, pidiendo que Yuki Tsunoda, otro piloto de la Academia Red Bull, ocupara el asiento dejado por el mexicano.
Esta situación escaló a una campaña viral en contra de la escudería, donde los aficionados amenazan boicotear los productos de Red Bull y no asistir a las carreras en protesta por lo que consideran un trato injusto hacia Checo Pérez.
El descontento se mostró principalmente en plataformas como Twitter e Instagram, donde los aficionados utilizan hashtags para expresar su apoyo a Pérez y su rechazo hacia Lawson. Muchos consideran que la elección de Lawson, quien ha tenido un desempeño limitado en la Fórmula 1, no es adecuada para un equipo que busca competir al más alto nivel. La campaña ha ganado fuerza rápidamente, con miles de mensajes que critican a Red Bull por su decisión y exigen una reconsideración en la elección del piloto.
Además del boicot a los productos de Red Bull, los aficionados organizan protestas virtuales y físicas. Convocaron a reuniones para discutir acciones colectivas que presionen a la escudería a reconsiderar su decisión. La indignación intensificó por el hecho de que muchos ven a Tsunoda como una opción más viable debido a su experiencia y rendimiento en la Fórmula 1, especialmente después de haber demostrado una buena adaptación al auto durante las pruebas.
La prensa neozelandesa ha calificado este fenómeno como “bullying mexicano” hacia Lawson, lo cual generó aún más debate sobre el comportamiento de los aficionados en redes sociales. Sin embargo, los seguidores mexicanos defienden su postura argumentando que están simplemente defendiendo a uno de sus propios pilotos, quien ha sido un símbolo del automovilismo en el país y ha aportado significativamente al equipo.