
Por Luis Martínez Alcántara
En Japón, el fenómeno del “oshikatsu” —que significa “actividades de apoyo a tu favorito”— ha ganado popularidad entre jóvenes y adultos. Consiste en seguir y apoyar a ídolos, personajes de anime o celebridades mediante la compra de mercancía, asistencia a conciertos y participación en eventos relacionados.
Esta práctica tiene un impacto económico significativo, con aproximadamente 14 millones de personas involucradas y un gasto estimado de 3.5 billones de yenes anuales, representando el 2.1% de las ventas minoristas totales del país.
El oshikatsu ha captado la atención de economistas y autoridades japonesas por su potencial para estimular el consumo interno, especialmente en un contexto de inflación y desaceleración económica. Empresas como East Japan Railway y MUFG Bank han incorporado elementos de oshikatsu en sus servicios para atraer a este segmento de consumidores apasionados.
Además, el fenómeno ha trascendido generaciones, con personas mayores participando activamente, lo que contribuye a su bienestar emocional y social. Este auge del oshikatsu ocurre en medio de una crisis demográfica en Japón, caracterizada por una baja tasa de natalidad y una población envejecida.
En 2024, el país registró solo 720,998 nacimientos, la cifra más baja desde que se tienen registros, y se espera que su población disminuya a 87 millones para 2070, con el 40% de los habitantes mayores de 65 años. La creciente participación en oshikatsu refleja cómo los japoneses buscan conexiones emocionales y sentido de comunidad en un entorno donde las estructuras familiares tradicionales están cambiando.
Para muchos, estas actividades ofrecen una forma de expresión personal y pertenencia, aspectos especialmente valorados por las generaciones más jóvenes que enfrentan incertidumbres laborales y sociales.