
Por Luis Martínez Alcántara
El Papa Francisco, de 88 años, fue ingresado en el Hospital Gemelli de Roma debido a una infección polimicrobiana del tracto respiratorio. Este diagnóstico ha obligado a modificar su tratamiento médico y a cancelar indefinidamente su agenda pública.
A pesar de la gravedad de su condición, el Vaticano informa que el Pontífice se mantiene de buen ánimo y continúa realizando algunas actividades desde su habitación hospitalaria.
El portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, detalló que las pruebas realizadas en los últimos días revelaron una infección respiratoria multibacteriana, lo que ha complicado el cuadro clínico del Papa. Aunque su estado es estable y no presenta fiebre, se ha decidido prolongar su estancia en el hospital para garantizar una atención médica adecuada. La audiencia general programada para este miércoles ha sido cancelada, y no se ha establecido una fecha para su reanudación.
A pesar de su hospitalización, Francisco ha mantenido contacto con la comunidad internacional. Ha realizado llamadas telefónicas a la parroquia de la Sagrada Familia en Gaza, interesándose por la situación de las 600 personas refugiadas allí. Este gesto demuestra su constante preocupación por los más necesitados, incluso en momentos de dificultad personal.
El Papa ha enfrentado diversos problemas de salud en los últimos años, incluyendo una operación de colon en 2021 y episodios recurrentes de bronquitis. Su avanzada edad y antecedentes médicos hacen que cualquier afección respiratoria sea motivo de especial atención. Los médicos se muestran cautelosos, considerando que estas condiciones podrían complicar su recuperación.
La comunidad católica y líderes mundiales expresaron su solidaridad y deseos de pronta recuperación para el Pontífice. Se han organizado cadenas de oración en diversas partes del mundo, reflejando la profunda conexión y respeto que Francisco ha cultivado durante su papado. Mientras tanto, el Vaticano continúa proporcionando actualizaciones periódicas sobre su estado de salud.